El espectáculo era dantesco, la columna de peregrinos se perdía en el horizonte, no había nada en el paisaje que aportara ni un brizna de color verde, ni árboles, ni hierba. El suelo estaba repleto de cadáveres, formas y partes de cuerpos de animales y personas. Torsos desmenbrados, piernas que asomaban entre el lodo, vientres destripados, cuerpos mutilados. Era horripilante. Cadáveres recientes de todo tipo de animales, aves, camellos, elefantes y también humanos, niños y ancianos, hombres y mujeres, todo mezclado en un lodazal repugnante....
Seguí caminando a pesar de todo y, a lo lejos, y sumida en la bruma, vislumbré la orilla de la laguna.....