El poema no es un problema,
ni una ecuación a resolver. No intentes buscar
sentidos ocultos ni pseudo
misterios. Deja al poema
resbalar como música,
deja al nudo de palabras
buscar su eco en nosotros,
como un radar, peces libres
patinando entre las olas.
Despoja el cinturón a las palabras,
que jueguen, lascivas ahora,
temerosas luego, que sean
bosque ahora, madre después,
humo, reloj, navegante
Un alfabeto sin normas,
en re mayor o re menor,
a fuego vivo o lento
Acoge las palabras como vienen,
sin pedirles nada a cambio.