Las novelas de Rodrígez Chaves son novelas, sin duda, pero más que novelas, al propio tiempo. En ellas, al hilo de la historia se suscitan cuestiones que nos afectan a todos, sin que esto vaya en detrimento del mundo cerrado que ha de ser toda novela. La segunda ventura de Román Calamonte es quizá un genuino exponente de esto que decimos, narrada con la calidad de escritura que le es propia al autor.