A pesar de las idas y venidas de sus inquilinos, el proceder del ciclo
estacional y el imperdonable paso del tiempo, la Casa, erigida en un
lugar alejado de los poblados llamados Sitio, permanece. Sus muros se
levantan en medio de un paraje natural que atrae a diversas gentes y en
su interior se desarrolla la vida de distintas familias. El amor, los
celos, la nostalgia de una juventud pasada, la decrepitud de los últimos
momentos de la vida, la enfsermedad, la esperanza y la frustración, la
locura y la felicidad, se intercalan en la obra acompañando al lector en
todo momento en este relato de vida y muerte del mismo modo que el
sonido de las campanadas del antiguo reloj de péndola en su imparable
proceder acompaña a los sucesivos habitantes de la Casa.
Haciendo un majestuoso uso de la prosa, José Antonio Mases nos entrega
«Con esta novela pongo punto final a mi aventura literaria. Gracias a
todos. Adiós» una novela cargada de pasiones enlazadas en la
cotidianidad de la vida. Para ello utiliza diversas historias cuyo
denominador común se encuentra en el escenario en el que se desarrolla
la acción y el marcado carácter melancólico que se desprende cada una de
ellas, que permite al autor esbozar un amplio retrato de las relaciones
humanas en su variedad y complejidad.