«Para decir amor, sencillamente» es el segundo verso del soneto que abre Pronuncio amor, tercer libro de Rafael Guillén. Sesenta años después de su edición en Veleta al Sur, más de cien poetas se han reunido alrededor de su poesía para entablar una conversación confidencial con el autor y su obra. Poetas coetáneos y contemporáneos de todas las corrientes y tendencias, unidos por el respeto y consideración que les merece una obra intemporal, se congregan en este libro en homenaje a una de las pocas voces señeras de la generación de los 50, como Francisco Brines, María Victoria Atencia, Antonio Gamoneda o Julia Uceda, entre otros, quienes también han participado en el presente volumen.