Este poemario es un viaje a través del encuentro entre lo femenino y el poeta. A partir de una frase peregrina: <
Del mismo modo, el poemario intenta una exploración del lenguaje poético trazando una relación entre le cuerpo y la métrica, el desnudo y el uso de las imágenes; siempre en busca de una lengua propia con la que reflejar fielmente la verdad que asoma libre por fin del velo que cubre el cuerpo y lo llena de miedos y complejos.
La conjugación entre poemas y fotografías convierten el libro en un trabajo único, un libro-objeto con la mujer como centro desde dos miradas tan diversas como complementarias, que van de la palabra a lo visual.
Sesenta poemas, sesenta mujeres. No hay más verso que la piel porque no hay mejor poética que el desnudo.