Prólogo de Abraham Boba La locura de amar la vida exhibe la cara más vulnerable y humana de varios personajes a lo largo de décadas , a menudo huyendo o tratando de encontrar su sutio en un mundo demasiado grande y hostil . A lo largo de ese tiempo , de esas páginas , la vida revela su esencia como algo simultáneamente comprimido y expansivo ; en un reflejo de lo que implica haber vivido tanto , y asistir al paso de esos años en un abrir y cerrar de ojos . Todo ello , con una pátina de humos áspero , ácido y preciso , que arranca sonrisas cómplices o carcajadas según el momento , observaciones agudas , personajes imperfectos pero fuertes y los escenarios oscuros de Van Sant-ish , en Portland . Estamos ante un conjunto de relatos , o novela articulada como tal , que sigue a dos hermanas a lo largo de sus atribuladas y volátiles vidas . Narrada desde muchos y variados puntos de vista ofrece perspectivas muy diferentes , favoreciendo que el lector pueda componer un retrato tridimensional a partir de las múltiples capas de una familia rota . Con Portland , Oregón , una brutal y hermosa ciudad convertida en mercancía , como el eje alrededor del cual giran en órbitas excéntricas estas historias tan desgarradoramente divertidas e íntimas