No siempre el tiempo pasado fue mejor. Como conocía muy bien Francisco de Goya, no es una buena ténica de enseñanza utilizar el método de la letra con sangre entra. En los tiempos actuales, la memoira tiene el deber de hacernos recordar una evidencia: jamás hasta estas últimas generaciones se había alcanzado un modelo estable de educación basado en el respeto hacia todos los estudiantes y sus familias. Y esta novela recrea el pasado reciente para que no caiga en el olvido la clase de educación que se recibió en algunas zonas de la llamada actualmente España vaciada. Los protagonistas son niños. A través de sus vivencias y de sus reflexiones, nos explican un mundo de adultos que no entendían.